Debido a los Pogromos de 1391 y al Decreto de expulsión de los Reyes Católicos en 1492, empieza un largo peregrinaje para multitud de familias judías que tuvieron que abandonar los pueblos donde durante muchas generaciones habían vivido y que consideraban su casa. Así mismo, si no querían ser expulsados podían convertirse a la religión cristiana. Se fueron muchos, sobre todo de las familias más adineradas, pero también se bautizaron y quedaron bastantes.
Esta historia habla de los que se marcharon, de las ciudades y países de acogida, de cómo vivieron y con qué contribuyeron. Se establecieron por todo el Mediterráneo, la Europa central y el norte de África: Roma, Salónica, Estambul, Jerusalén, Alejandría, Viena y Cracovia son las principales ciudades que los acogieron, entre muchas otras. Pero siempre conservando con nostalgia el recuerdo de su patria perdida, de su lengua y de sus costumbres.
También habla de los muchos que se convirtieron y que no se fueron. Habla de cómo continuaron viviendo y de como, una inmensa mayoría, continuaron a escondidas profesando su fe fieles al Dios de sus antepasados. Así mismo habla de la brutal represión que ejercía la terrorífica máquina de la Santa Inquisición contra los que eran descubiertos. Hubo pero, los que a pesar de todo, tuvieron éxito llevando esta doble vida durante siglos, como los chuetas de Mallorca, que son una muestra viviente de la resistencia pasiva de una comunidad fiel a sus principios morales y religiosos, que ha perdurado hasta nuestros días.
Y finalmente, llegamos al reencuentro de los descendientes del pueblo judío exiliado con el pueblo catalán actual, a principios del siglo XX con el regreso de algunas familias procedentes principalmente de Estambul. De su relación y ayuda mutua ante los devastadores hechos de la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial: y las vías de huida a través de los Pirineos hacia los Estados Unidos.
Tierra de Edom es una historia de dolor y de olvido, pero al tiempo de terquedad y de perseverancia. Pero es también la historia de una nueva convivencia y de un reencuentro hasta nuestros días.